abril 07, 2011

Los Mayas







La civilización de Yucatán
Aunque el origen de este pueblo es un tanto desconocido, se cree que provienen del sur del actual territorio de Estados Unidos, y que, por tanto, descienden de los pobladores que llegaron desde Asia a América a través del estrecho de Bering.
Los mayas no eran un pueblo uniforme, sino una serie de grupos étnicos y lingüísticos integrados, entre los que se contaban los huastecas, los tzental-maya y los tzotzil.
La región en la que se establecieron se encontraba dividida naturalmente, por diferencias geográficas y climáticas, en:
* zona norte o septentrional. Corresponde a la parte norte y seca de la península de Yucatán, que comprende los estados mexicanos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo;
* zona central, con características tropicales. Está situada en las tierras bajas de Guatemala, Belice, el oeste de Honduras y las selvas de Tabasco, Campeche y Chiapas en México; y
* zona sur, de territorio montañoso. Corresponde a las zonas altas de Guatemala, el sur de Chiapas, el norte de El Salvador y el noroeste de Honduras.
Cada una de estas regiones representó un momento específico de la historia de esta civilización. Nació en las tierras altas del sur, donde desarrolló sus principales características, en lo que correspondió a su etapa arcaica, que habría comenzado entre los años 2500 y 1500 a.C . Su máximo desarrollo fue en la zona central durante el período clásico (siglos III al IX d.C.). Algunos siglos después de que abandonaran la zona selvática, y tras una época de decadencia, la cultura maya resurgió en la zona norte, durante la etapa denominada posclásica (s. X al XVI).
Su imperio estuvo formado por un conjunto de ciudades que no estaban relacionadas o unificadas en un Estado central, ya que tenían instituciones y costumbres propias. Al mando de estas ciudades-estado estaban los Halach Uinic, después venían los jefes locales, consejeros, magistrados, otros funcionarios, la clase sacerdotal, comerciantes, artesanos, campesinos, y al último, los esclavos. Los de menor importancia eran los prisioneros de guerra, que usaban para realizar sacrificios humanos en honor a sus dioses, en especial durante el período posclásico.
En la medida que se desarrollaron, y luego de algunos desplazamientos territoriales, Tikal, Copán, Chichén-Itzá y Uxmal llegaron a ser las ciudades más poderosas. Producían bienes agrícolas y mantenían relaciones comerciales entre ellas.
Los mayas recibieron la influencia de las culturas mexicanas, pero también crearon un patrimonio que incluso ha sido catalogado como el más avanzado del mundo prehispánico. Desarrollaron una compleja escritura jeroglífica; un sistema numérico vigesimal, que incluía el concepto del número 0; construyeron templos piramidales escalonados, con una ornamentación muy rica; realizaron avanzados estudios astronómicos que les permitieron calcular los ciclos solar y lunar, el curso de Venus, predecir acertadamente eclipses solares y lunares. También estudiaron los solsticios y equinoccios, que determinan el inicio de las estaciones. Con todo lo anterior, desarrollaron un calendario más exacto que el actual.
Las manifestaciones más importantes de su arquitectura fueron los palacios de piedra ubicados en El Petén guatemalteco, pirámides y templos (Uaxactún, Uxmal, Chichén Itzá). En escultura sobresalieron Tikal, Copán y Palenque. En pintura, las más destacadas son las inscripciones jeroglíficas de los murales de Palenque, Bonampak, Uaxactún y Chichén Itzá.
Fueron politeístas (creían en varios dioses). Sin embargo, sus creencias evolucionaron a lo largo de su historia. Tenían una cosmovisión muy compleja, establecieron diferentes tipos y jerarquías de dioses y creían en la vida después de la muerte.
Cuando llegaron los españoles, las ciudades mayas se encontraban en desintegración. En 1546, estos lograron el control de la mayor parte de la península de Yucatán. Sin embargo, durante algún tiempo hubo algunos focos de resistencia a la conquista. El último bastión maya en la zona central, se mantuvo independiente hasta 1697.

Períodos formativo, clásico y posclásico
Aunque la historia del pueblo maya se relaciona estrechamente con la de los demás pueblos mesoamericanos, este tuvo un desarrollo independiente, que alcanzó el nivel más alto de evolución tecnológica, científica y artística de todas las civilizaciones precolombinas.
Habitaron en un amplio territorio, con características geográficas muy distintas, que se divide geográficamente en tres zonas: en el norte, la península de Yucatán, compuesta por vastas llanuras áridas y desprovistas de corrientes de agua; en el sur, las tierras altas de Guatemala con abundante vegetación y excelente clima, y en el centro, una zona cubierta de espesa selva tropical y recorrida por dos caudalosos ríos, el Motagua y el Usumacinta.

Período Formativo o Preclásico

Esta etapa habría comenzado entre los años 2000 y 1500 A.C. y finalizado en el 300 D.C. Su nacimiento se produjo en la península de Yucatán y bajo la influencia de la civilización Olmeca. Los primeros mayas construyeron en barro afirmado por piedras las primeras aldeas y centros religiosos, además de templos en madera. Sus habitantes practicaron la agricultura primitiva, la pesca y la recolección de vegetales y frutas silvestres. Además, trabajaron la piedra jade, con la que hacían pequeñas figurillas que llevaban adornos y confeccionaban vasijas de cerámica. Los principales núcleos fueron las ciudad de Uazactún y Tikal (se le considera la capital más antigua de los mayas).

Período Clásico o Viejo Imperio

Esta época comprende los seis siglos de mayor grandeza que tuvo esta civilización (300 al 900 D.C.) Primero estuvieron ubicados en la región de El Petén, donde se encontraban las ciudades de Uaxactún y Tikal. Luego, a finales del siglo IV, los mayas iniciaron su expansión territorial, apareciendo nuevos núcleos urbanos, entre ellos Palenque, Piedras Negras, Copán, Uxmal, Bonampak y Sayil. Todas estas ciudades alcanzaron su máximo esplendor entre el 600 y 850 D.C.

Período Posclásico o Nuevo Imperio

Esta etapa, que comprende entre el siglo X y el XVI, empieza con la llegada de los mayas a nuevos dominios, lo que permitió revivir las tradiciones y reorganizar su Estado. Para ello, se fusionaron con un contingente invasor, perteneciente al grupo tolteca, que impusieron sus cultos y un sistema militarista. Tres fueron los núcleos principales en aquellos momentos: Chichen Itza, Uxmal y Mayapán. El primero inauguró la dinastía más fecunda de esta época, ya que mantuvo su hegemonía desde el año 950 hasta el 1200. Luego le tocó el turno a Mayapán, que conservó el dominio cerca de dos siglos, hasta que finalmente fue completamente destruido. El poder político y comercial se fragmentó en 17 "cacicazgos" o provincias independientes y rivales, aunque en algunas formaron alianzas. Esto favoreció la conquista de los Españoles (entre 1527 y 1536) y el fin definitivo de esta civilización.
Mayas escondidos

Recién a finales del siglo XIX, el explorador norteamericano, John Lloyd Stephens, acompañado del pintor inglés Frederick Catherwood, descubrió las impresionantes ruinas de la civilización precolombina más avanzada.

Organización política y social
Las edificaciones mayas se caracterizaron por construirse con grandes bloques de piedra.

Las edificaciones mayas se caracterizaron por construirse con grandes bloques de piedra.

En términos generales, las ciudades mayas se dividían en dos sectores: uno urbano, en el que se encontraban los residentes del centro ceremonial, la clase dirigente, sacerdotes, artesanos y mercaderes, y otro rural, en el que habitaban los campesinos.

Cada ciudad maya funcionaba como un Estado ordenado jerárquicamente:

- Halach Uinic (Hombre Verdadero): era el soberano absoluto, la máxima autoridad política. Se encargaba de dictar las leyes, administrar justicia y organizaba el comercio. Gobernaba asesorado por el Gran Consejo, integrado por los principales jefes de aldea y sacerdotes. Era divinizado y en muchos casos tenía el cargo de supremo sacerdote. Vivía en un palacio rodeado de sirvientes y esclavos. Músicos, bailarines y una especie de bufones amenizaban sus momentos de esparcimiento. El cargo se traspasaba de padre a hijo. Si este aún era menor de edad, ejercía como regente el hermano del señor difunto.

- Ah cuch caboob: miembros del consejo asesor. Estos siempre estaban acompañados por ayudantes mensajeros, los kuleloob.

- Bataboob: jefes de las aldeas, que cumplían funciones civiles, militares y religiosas. Eran los encargados de mantener los lazos y obligaciones entre los campesinos y el centro ceremonial, especialmente en lo referido al trabajo tributario y el servicio militar. Eran elegidos por el sumo sacerdote de entre los miembros de la nobleza.

- Nacom: suprema autoridad militar, que se elegía cada tres años en relación a sus hazañas militares.

- Tupiles: guardianes, que velaban por el cumplimiento de las leyes.

- Ah holpopoob: jefes de los linajes, que cumplían las órdenes de los Ah cuch caboob.

Los bataboob constituían la nobleza hereditaria o almehenoob. No pagaban impuestos y eran como una corte real. Los funcionarios menores también gozaban de privilegios mientras ejercían sus cargos.

Cada funcionario llevaba implementos distintivos de su cargo: indumentaria, tocado, aros, collares, anillos. Los principales eran transportados en literas cargadas por esclavos, y recibían a la gente común sentados en una especie de trono.

La clase sacerdotal tenía un gran poder, ya que solo ellos conocían el desarrollo de las estaciones y los movimientos de los astros, de gran importancia en la vida económica maya. El sumo sacerdote (Ahuacán) poseía los secretos de la ciencia astronómica, redactaba los códices -libros- y organizaba los templos. Por debajo de él estaban los ahkin, encargados de elaborar los discursos religiosos; los chilán o adivinos, y los ahmén, que eran los hechiceros/curanderos.

Los sacerdotes eran la clase más culta, ya que sabían leer y organizaban el calendario mediante la astronomía y las matemáticas. Además, se dedicaban al estudio de la arquitectura.

Durante el período clásico, los sacerdotes detentaron el poder político, que posteriormente les fue arrebatado por los guerreros. La dignidad de supremo sacerdote tenía carácter hereditario.

Los artesanos y los campesinos constituían la clase inferior, llamada ah chembal uinicoob. Ellos debían trabajar y además pagar tributos a los altos dignatarios civiles y religiosos. Por lo general, los campesinos se encontraban en las selvas, agrupados en pequeñas comunidades. Vivían a bastante distancia del centro de las ciudades, pero cerca de los terrenos de cultivo.

Pese a la distancia, iban periódicamente al centro urbano, donde compraban bienes traídos desde el exterior, que intercambiaban por alimentos y trabajo. En los meses en los que no trabajaban en las labores agrícolas, acudían a ejecutar las tareas encomendadas por los dirigentes. Su trabajo permitió la construcción de pirámides, templos, palacios y otros monumentos que caracterizan a sus centros urbanos.

También asistían a ceremonias religiosas, efectuaban sacrificios personales y recibían la administración de justicia.

En el último nivel estaban los esclavos o pentacoob. Podían ser prisioneros de guerra (destinados a los sacrificios humanos), se compraban en las poblaciones vecinas o eran ladrones y asesinos que adquirían esa condición.
Los funerales

Las personas que se enfermaban eran atendidas por los sacerdotes, quienes empleaban sangrías, oraciones y las propiedades medicinales de algunas plantas. Cuando alguien moría, envolvían su cuerpo en una sábana y le llenaban la boca de maíz, para que no pasara hambre en la otra vida. Las personas del pueblo enterraban a sus muertos en el patio de su casa y les ponían sus objetos personales dentro de la tumba. Los nobles quemaban a los difuntos y guardaban sus cenizas en grandes vasijas. Los muertos eran adorados y respetados como dioses de la familia.
Medicina

Medicinalo también se preocupó del cuidado de los enfermos, para lo cual combinaban el uso de la ciencia y la magia. Esto, porque consideraban que las enfermedades también podían tener un origen sobrenatural. El médico o hechicero (ahmén) recetaba infusiones, ungüentos, sangrías o productos mágicos.

Arquitectura maya

Pirámide del Adivino, templo principal de la ciudad de Uxmal.
Las ciudades clásicas mayas estaban formadas por un núcleo, llamado centro ceremonial. Estos estaban distribuidos en torno a una plaza central, delimitada por plataformas a cuyos costados se erigían otras estructuras generalmente orientadas hacia los puntos cardinales.
Los edificios de piedra eran recubiertos con un estuco de tierra y arena. Las principales obras mayas son los templos piramidales. Conformados por varios cuerpos escalonados, culminaban en una cima en la que se ubicaba el templo, al que se llegaba mediante una escalinata central de peldaños muy angostos. En su interior se realizaban los sacrificios. Algunas pirámides, como el Templo IV de Tikal, superaban los sesenta metros de alto.
Frente a los templos colocaban altares de piedra y estelas, que eran monumentos esculpidos con figuras, en bajo o sobrerrelieve, representando dioses o personajes significativos en la historia o estructura social maya. En los costados escribían el hecho conmemorado y la fecha en que ocurrió.
Los altares, colocados junto a las estelas, tenían formas redondas, y en algunos casos imitaban a animales. En ellos se depositaban ofrendas, que podían ser animales, piedras preciosas, plumas y alimentos. En ocasiones muy importantes ofrendaban sangre humana, pinchándose con agujas de hueso los labios, lengua o lóbulos de las orejas. También quemaban mucho incienso de copal.
Los palacios tenían varios cuartos con anchas puertas. Los techos planos eran sostenidos por vigas y columnas. Sobre el techo, y paralelo a la fachada principal, construían otro muro, que decoraban con bajorrelieves. Estos tenían por objetivo elevar las construcciones respecto a los árboles que las rodeaban. Se les conoce como cresterías.
La parte superior de los muros y sus costados eran decorados con mosaicos o mascarones de deidades.
Durante el período clásico se han identificado tres estilos arquitectónicos, correspondientes a las ciudades ubicadas en la zona norte de la península de Yucatán:
- Río Bec: trataba de imitar las construcciones de la ciudad de Tikal, con torres sólidas y escalinatas de peldaños tan angostos que eran imposibles de subir. Las fachadas eran adornadas con estucos, en los que se entrelazaban motivos geométricos con figuras humanas o de animales. Este estilo correspondía a las ciudades de Xpuhil, Becán, Hormiguero y Río Bec.
- Chenes: muy similar al anterior, pero sin torres falsas. Las fachadas eran más recargadas y tenían incrustaciones de figuras talladas en piedra. Este estilo fue característico en las ciudades ubicadas entre la zona sur y las montañas Puuc. Las más representativas son Santa Rosa Xtampax, Dzibilnocac y Hochob.
- Puuc: las fachadas eran cubiertas de estucos con mosaicos, sobre los que se superponían cuerpos de serpientes y máscaras de deidades con nariz ganchuda. Con mucha frecuencia utilizaban arcos falsos y columnas redondas o cuadradas. Chichén Itzá, Uxmal, Kabah, Labná, Sayil y Kayal son las ciudades más conocidas que corresponden a este estilo.
Las actividades económicas
Vasija con efigie (cerámica del período Posclásico Tardío).

Vasija con efigie (cerámica del período Posclásico Tardío).

La agricultura estaba ligada a sus conocimientos de las matemáticas y la astronomía, lo que les permitía conocer el ciclo estacional para lograr mejores cosechas.

La base de su economía era la agricultura, aunque su nivel de avance era mínimo. El sistema de cultivo, basado en rozas (quemas), provocó el fin del viejo imperio, tras la migración de la población por el agotamiento de los suelos fértiles.

Este sistema consistía en que, para cultivar, despojaban el terreno de todo tipo de árboles y plantas, que luego quemaban. Las semillas eran puestas en agujeros cavados en el suelo mediante palos puntiagudos. Agotada la tierra, debían mantenerla sin cultivar (en barbecho) durante unos años. Al mismo tiempo, debían limpiar nuevas zonas de la selva para el cultivo.

La agricultura estaba ligada a sus conocimientos de las matemáticas y la astronomía, lo que les permitía conocer el ciclo estacional para lograr mejores cosechas. Cultivaban maíz, judías o porotos verdes, calabazas, algodón, tabaco y algunos tubérculos (papas, camotes y yuca o mandioca).

También cosechaban cacao, tomates, ají, pimientos y vainilla, entre otros, y recolectaban frutas silvestres, como el aguacate (palta), papayas, guayabas, plátanos, etc. También practicaban la caza, pesca y domesticaban animales para alimentarse. No conocieron la rueda, el arado o la tracción animal.

Cuando las cosechas eran buenas, comerciaban los excedentes. Cada ciudad tenía recursos propios, por lo que se vieron obligadas a establecer un contacto comercial a través del cual lograron integrarse constituyendo una sola civilización, aunque desde el punto de vista político eran totalmente autónomas.

El intercambio se realizaba a través de rutas fluviales. Las embarcaciones transportaban, de un lugar a otro, pedernal, obsidiana, ámbar, lava volcánica, incienso, pieles, plumas y sal. Este comercio estaba en manos de la clase dirigente, que organizaba caravanas de esclavos, único medio de carga que conocían, para hacer llegar sus mercaderías a otras ciudades.

Como medios de intercambio empleaban plumas, semillas de cacao, cal, incienso, algodón, plaquitas de jade o esclavos.

La clase dirigente repartía estos bienes entre los campesinos, quienes a cambio le entregaban su trabajo y servicios.

Trabajaron la piedra, que utilizaron para construir armas, adornos e instrumentos de trabajo. Además, trabajaron la cestería y la alfarería.

Testimonios escritos
Esta es otra porción del mural del templo de la ciudad de Bonampak.

Esta es otra porción del mural del templo de la ciudad de Bonampak.

Los mayas escribieron innumerables libros sobre historia, genealogía, astronomía y religión.

Los libros mayas fueron estampados en estelasjeroglíficas, códices y también en vasijas de cerámica, muchas de las cuales han sido recuperadas porque eran puestas junto a los difuntos cuando los enterraron.

Los códices estaban hechos en corteza de árbol bañada en cal, sobre la que se pintaban jeroglíficos y numerales en colores. Formaban una larga tira que se doblaba como biombo.

Gran parte de los códices estuvieron almacenados en la ciudad de Maní, en lo que prácticamente fue la biblioteca de los mayas que habitaron en la península de Yucatán.

Estos relatos fueron quemados por orden del obispo Diego de Landa, que pretendía eliminar las fuentes de creencias e idolatrías mayas. Solo lograron salvarse tres, que se conocen por el nombre del lugar donde están guardados: el Dresdensis (en Dresde, Alemania), el Tro-Cortesianus (en Madrid), y el Perezianus (en París).

En el siglo XVI se escribieron en lengua maya, pero con alfabeto latino, varios textos de gran interés que se convirtieron en una gran fuente de investigación. Entre los más importantes están el Popol Vuh, relato mítico sobre el origen del mundo y la historia y mitología del pueblo quiché, habitantes de las tierras altas de Guatemala, y los libros de Chilam Balam, recopilación de varios relatos sobre mitos, profecías, medicina e historia del Yucatán.

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