mayo 22, 2010

REVISTA EGIPTO

Pauta para elaboración de una Revista sobre Egipto, NM3, Terceros Medios B y C

Actividad:
La Revista es en grupos de máximo 5 estudiantes, formato carta.
Cada grupo investigará y trabajará en clases
La fecha de entrega es el viernes 28 de mayo
La evaluación es coeficiente 1.

Objetivo:
I.- Aplicar conocimientos sobre la civilización egipcia
II.- Sintetizar información
III.- Fomentar la creatividad

Contenidos:
La revista debe poseer secciones temáticas, cada una con elementos específicos.
1.- Marco Teórico- Conceptual
2.- Mitología
3.- Sociedad
4.- Legado Cultural
5.- Anexos

Puntuación:
Cada ítem señalado a continuación equivale a 1 punto. Son 7 puntos en total

Lista de Cotejo:

1.- Presentación:
Redacción, orden y limpieza
Aspectos formales (membrete, integrantes, curso, asignatura, profesora, fuente)
Creatividad (Se considera en la presentación de la Revista y en las secciones anexas como juegos)
Respeto del formato e indicaciones

2.- Trabajo en Clases
Información (Cada integrante debe traer información que será revisada)
Avances (Al finalizar la primera clase deberán entregar un borrador con ideas generales)

3.- Marco Teórico- Conceptual
Presentación general de la civilización (Debe incluir ubicación temporo – espacial, características económicas, políticas, sociales y culturales)

4.- Mitología
Características de la Religión: dioses, creencias y rituales

5.- Sociedad
Características, clasificación, composición y roles

6.- Legado Cultural
Aportes de la civilización, clasificados según su pertenencia al ámbito de las Letras, Artes o Ciencias

7.- Anexos
Información adicional que enriquezca el trabajo (Mapas, Biografías, Entrevistas y otros)

mayo 17, 2010

El mito de Ra y la creación del Mundo

Es el mito de Ra el que nos describe los origenes y creación del Mundo según las creencias del Antiguo Egipto. De él tenemos una primera referencia en los Textos de las Pirámides, una colección de grabados hechos en piedras sobre las paredes interiores de algunas pirámides egipcias y que describen no sólo estos orígenes, sino rituales, ceremonias y otras muchas creencias milenarias.

Según lo extraído de estos grabados, existía en los comienzos el Nun, un inmenso vacío acuoso que contenía los gérmenes de la vida. De ella se engendraría todo, pues no había ni cielo, ni tierra, ni vida. De aquel caos de agua surgiría el primer montículo de tierra que sirviera de punto de apoyo a la deidad que creara el Mundo. y así, con ese soporte, y con la consciencia de su propio germen, nacería de aquella penumbre de Nun, Rá, su hijo.

Hay una descripción detallada de la creación del Mundo en el papiro Bremner Rhind, en el que el propio Rá expone cómo lo creó.

“Fui yo quien vino a la existencia como Jepri. Cuando vine a la existencia, ‘el Ser’ vino a la existencia y todos los seres vinieron a la existencia después de que yo viniera a la existencia…”

Así fue, pues Ra, sobre aquella tierra original, se dispuso a crear primero el Sol. Sobre la oscuridad del vacío se levantó el Sol sobre el horizonte y todo se iluminó. Luego nombró a Shu, y el viento comenzó a soplar y más tarde mencionó a Tefnut, y comenzó a llover. Shu y Tefnut tuvieron dos hijos: de Geb formó el resto de la Tierra y de Nut, el cielo. También Geb y Nut se casaron, y por eso, siempre Nut está sobre Geb, el cielo sobre la Tierra, copulando. De su unión nacieron las estrellas.

creacion del mundo mitologia egipcia

“Realmente yo me excité con mi mano, copulé con mi mano, escupí con mi propia boca; escupí a Shu, expectoré a Tefnut y mi padre Nun los educó”

Pero Shu y Tefnut, contrarios a aquella relación de sus hijos pidieron a Ra que enviara a uno de sus Ojos a vigilarlos. Así lo hizo, pero cuando ese Ojo regresó, se dio cuenta que el sitio que antes había ocupado en Ra, ahora estaba ocupado por otro ojo. Fue con ese Ojo de Ra con el que la Humanidad nació, de las lágrimas de pena que de él salieron. Siguió entonces con la creación de diosos que le ayudarían en el Gobierno del Mundo…

“Yo surgí de las raíces, creé a todos los reptiles y todo lo que existe entre ellos. Shu y Tefnut engendraron a Geb y Nut, y Geb y Nut engendraron a Osiris, Horus [Mejentienirti], Seth, Isis y Neftis de su útero, uno tras otro, y ellos dieron origen a las multitudes que habitan esta tierra”

Creado todo, Ra tomó forma humana dispuesto a dirigir el Mundo. Durante miles de años Ra gobernó en Egipto con prosperidad y alegría. Sus súbditos le eran fieles y se hacía cuanto él ordenaba, pero el paso de los años no era en balde para él, ya humano, y poco a poco fue envejeciendo. Aquella lealtad de cientos de años atrás fue perdiéndose ante su aspecto cada vez más débil, y los actos de desobediencia eran cada vez más frecuentes entre los humanos, por lo que decidió castigarlos bajo la forma de su hija Sekhmet.

La diosa Sekhmet liberó su furia sobre quienes habían desairado a su padre y sembró el terror allá donde fue. Pero tal era su violencia y crueldad, que de nuevo Ra tuvo que intervenir, apiadado de los humanos y por ello la transformó en Hathor, diosa de la dulzura y el amor.

Llegaba ya el momento en que Ra habría de retirarse, y que fuera uno de los otros dioses quien le relevara en el Gobierno de Egipto. Isis, conocedora de su senilidad, elaboró un plan. De una gota de baba de Ra que obtuvo ocultamente concibió una serpiente que mordió al propio Ra, quedando éste envenenado. El dolor se apoderó de su cuerpo, y urgiendo su salvación, convocó a Isis, su sanadora, para que le curara. Ésta admitió hacerlo siempre que le descubriera su verdadera deidad: “Si me dices tu nombre secreto, podré usar mis poderes mágicos”, le urgió.

“Yo soy Kephera por la mañana, Ra al mediodía y Tum al atardecer, el que creó el cielo y la tierra, el agua, el viento y la luz, el que creó el Nilo…”

Pero Isis le seguía urgiendo por su verdadero nombre, aquél que al conocerlo, la convertiría en faraona de Egipto.

“Prométeme que no se lo dirás a nadie, sólo a tu hijo, al que pondrás por nombre Horus, y que éste tampoco se lo dirá a nadie, salvo a su hijo…” y así fue de generación en generación.

Ra quedó sanado del veneno, y traspasó sus poderes a Isis. Desde entonces, Ra vigila desde el cielo, transportando en su Barca sagrada el Sol, mientras que por la noche Nut se lo tragaba, siguiendo su viaje por el Infierno. Cada día al atravesarlo, Ra vuelve a aparecer con su Barca… porque Ra es el Sol, y aparece con el día, y desaparece con la noche…

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Momificación

En Egipto antiguo, la conservación del cuerpo era un símbolo muy importante. La destrucción de éste representaba un riesgo muy grave. Los Egipcios creían en la inmortalidad. La muerte, en los Egipcios, representaba la separación entre el soporte material y los elementos inmateriales: Bâ, que corresponde al alma, y Ka, que representa la energía vital. Hacía falta pues que Bâ y Ka, al despertar de su nueva vida, pudieran reintegrar el cuerpo, previamente conservado.

Momias y momificación. Mitología egipciaEl origen de la momificación proviene de diversos países, pero podemos afirmar que la cuna de ésta se encuentra en África. En efecto, es en Egipto dónde la momificación alcanza su apogeo, tanto a nivel de perfección de las técnicas como en su arte. Los diferentes métodos empleados en la momificación permanecieron secretos, y lo que conocemos de ellos es gracias a los relatos de los escribanos de la época.

La momificación correspondía a una necesidad de orden religiosa, porque los egipcios creían en la inmortalidad del alma, y esta técnica permitía alcanzarla. Los orígenes de la momificación son difíciles de precisar. Existen diversas y variadas teorías sobre ésta. Entre ellas queremos presentarte la que afirma que la momificación tuvo como punto de partida las numerosas inundaciones del Nilo que, exhumando los cadáveres, fueron el origen de epidemias mortíferas
.
Pero ya os decimos que no es más que una hipótesis. Los orígenes no son certeros ni están claros. A la época predinástica, hace alrededor de 6000 años, sencillamente enterraban los cuerpos dentro de hoyos en el desierto. La arena aseguraba una buena conservación del cuerpo por sus propiedades de desecación.

Es durante la tercera dinastía (2800 a.c) que la momificación comenzó a extenderse, aunque sólo era accesible para las clases superiores o pudientes. En el transcurso de esta época, los embalsamadores procedían a la incisión del cuerpo y la extracción de las vísceras. Es en esta época dónde encontramos el uso de los vasos funerarios. Las vísceras momificadas, envueltas con ropa blanca, son depositadas en cuatro vasos decorados con la cabeza de los cuatro hijos de Horus. Los cuatro hijos de Horus son Amset (cabeza humana), Hapy (cabeza de babuino), Douamoutef (cabeza de chacal) y Kebhsennouf (cabeza de halcón).

Durante el Imperio Medio (2050-1500 a.c.), las momificaciones son más minuciosas. Sin embargo, los métodos de conservación no son tan buenos. La momificación alcanza verdaderamente su apogeo durante el período del Nuevo Imperio (1500-1100 a.c). En esta época se llega a poder conservar incluso la expresión de la cara.

Las momias que fueron realizadas en el transcurso de las XVIII y XIX dinastías, son las más bellas que podemos encontrar en cuanto a la expresión de las mismas, su conservación y su riqueza. Las momias más famosas datan de esa era. La más famosa de todas es la de Ramsès II.


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El Ka

Ka: La energía espiritual

Según los antiguos egipcios, el cuerpo abrigaría varias entidades o formas de estado.

* El Ka
Representa, según las interpretaciones, el doble vital espiritual del individuo, su esencia divina, su personalidad limpia.

Es la energía espiritual que anima y da vida a los hombres y a los dioses. ¿Podemos considerar que es la réplica inmortal del individuo, o sea, nuestra alma? El Ka es estático e inmutable. Los dioses pueden poseer varios, según su potencia, o su rango en la jerarquía teogónica.

* El Akh
Fuerza inmortal insuflada por los dioses, y que permite al difunto cumplir su viaje hacia las estrellas. Descrito como una chispa luminosa, a menudo lo representamos por un ibis.

* El Bâ
Espíritu encerrado en el cuerpo desde el nacimiento, recupera su libertad después de la muerte. Su símbolo es un pájaro en cabeza humana.

* El Shout
Sombra inmaterial, es indisociable del cuerpo. Acompaña el difunto en el momento de su viaje en Más allá.

* El pájaro Benu
Pájaro sagrado que se parece a una garza cenicienta, adorada en Heliópolis y asociada con el culto solar. Cuando aparece este pájaro en el cielo egipcio, es portador de alegría y de última esperanza, la de un renacimiento después de la muerte. El pájaro Benu es el equivalente al Fénix de los griegos, parecido a un águila


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mayo 16, 2010

Mitología Egipcia

Mitología egipcia
1 INTRODUCCIÓN

Mitología egipcia, es el conjunto de creencias que conformaban la religión del antiguo Egipto. Las creencias religiosas de los antiguos egipcios tuvieron una influencia importante en el desarrollo de su cultura, aunque nunca existió entre ellos una verdadera religión, en el sentido de un sistema teológico unificado. La fe egipcia estaba basada en una acumulación desorganizada de antiguos mitos, culto a la naturaleza e innumerables deidades. En el más influyente y famoso de estos mitos se desarrolla una jerarquía divina y se explica la creación de la tierra.

2 CREACIÓN

De acuerdo con el relato egipcio de la creación, al principio sólo existía el océano. Entonces Ra, el sol, surgió de un huevo (una flor, en algunas versiones) que apareció sobre la superficie del agua. Ra dio a luz cuatro niños, los dioses Shu y Geb y las diosas Tefnet y Nut. Shu y Tefnet dieron origen a la atmósfera. Ellos se sirvieron de Geb, que se convirtió en la tierra, y elevaron a Nut, que se convirtió en el cielo. Ra regía todas las cosas. Geb y Nut después tuvieron dos hijos, Set y Osiris, y dos hijas, Isis y Neftis. Osiris sucedió a Ra como rey de la tierra, ayudado por Isis, su esposa y hermana. Set, sin embargo, odiaba a su hermano y lo mató. Isis entonces embalsamó el cuerpo de su esposo con la ayuda del dios Anubis, que se convirtió así en el dios del embalsamamiento. Los poderosos hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey del mundo inferior, la tierra de los muertos. Horus, hijo de Osiris e Isis, derrotó posteriormente a Set en una gran batalla erigiéndose en el rey de la tierra.

3 DIOSES LOCALES

De este mito de la creación surgió la concepción de la enéada, un grupo de nueve divinidades, y de la tríada, formado por un padre, una madre y un hijo divinos. Cada templo local en Egipto poseía su propia enéada y su propia tríada. Sin embargo, la más importante enéada fue la de Ra y sus hijos y nietos. Este grupo era venerado en Heliópolis, el centro del culto al Sol en el mundo egipcio. El origen de las deidades locales es oscuro; a algunas de ellas se las tomó de religiones foráneas, y otras fueron en un origen dioses animales del África prehistórica. Gradualmente, se fueron fundiendo en una complicada estructura religiosa, aunque comparativamente muy pocas divinidades locales llegaron a ser importantes en todo Egipto. Además de las ya nombradas, las divinidades importantes incluían a los dioses Amón, Thot, Ptah, Khnemu y Hapi, y a las diosas Hator, Mut, Neit y Seket. Su importancia se acrecentó con el ascendiente político de las localidades donde eran veneradas. Por ejemplo, la enéada de Menfis estaba encabezada por una tríada compuesta del padre Ptah, la madre Seket y el hijo Imhotep. De todos modos, durante las dinastías menfitas, Ptah llegó a ser uno de los mayores dioses de Egipto. De manera semejante, cuando las dinastías tebanas gobernaron Egipto, la enéada de Tebas adquirió suma importancia, encabezada por el padre Amón, la madre Mut y el hijo Khonsu. Conforme la religión se fue desarrollando, sucedió que muchos seres humanos glorificados tras su muerte acabaron siendo confundidos con dioses. Así Imhotep, que era originalmente el primer ministro del gobernador de la Tercera dinastía, Zoser, llegó a ser conceptuado como un semidiós. Durante la Quinta dinastía, los faraones comenzaron a atribuirse ascendencia divina y desde esa época fueron venerados como hijos de Ra. Dioses menores, simples demonios, por ejemplo ocuparon un lugar jerárquico entre las divinidades locales también.

4 ICONOGRAFÍA

A los dioses egipcios se les representaba con torsos humanos y cabezas animales o humanas. A veces el animal o el ave expresaban las características del dios. Ra, por ejemplo, tenía cabeza de halcón, y el halcón estaba consagrado a él por su vuelo veloz a través del cielo; Hator, la diosa del amor y de la risa, tenía la cabeza de una vaca, que le estaba consagrada; a Anubis se le asignaba la cabeza de un chacal porque estos animales destrozaban las tumbas del desierto en la época antigua; Mut tenía cabeza de buitre y Thot de ibis. Path tenía cabeza humana, aunque ocasionalmente se le representaba como un toro, llamado Apis. Por su vínculo con los dioses, los animales sagrados eran venerados, pero no se les rindió culto hasta la decadente Dinastía XXVI. A los dioses se les reproducía también mediante símbolos, tales como el disco del sol y alas de halcón que se colocaban en el tocado del faraón.

5 CULTO AL SOL

El único dios importante que fue venerado de manera constante fue Ra, jefe de las deidades cósmicas, de quien los primeros reyes egipcios se proclamaban descendientes. Surgido en el Reino Medio, (2134-1668 a.C.), el culto de Ra adquirió el carácter de religión del Estado, y el dios se fue fundiendo gradualmente con Amón durante las dinastías tebanas, hasta convertirse en el dios supremo Amón-Ra. Durante la Dinastía XVIII, el faraón Amenofis III rebautizó al dios del sol Atón, un antiguo término que significaba la fuerza física solar. El hijo y sucesor de Amenofis, Amenofis IV, instituyó una revolución en la religión egipcia al proclamar a Atón el único y verdadero dios. Él cambió su propio nombre por Ajnatón, con el significado de “Atón está satisfecho”. este primer gran monoteísta fue tan iconoclasta que hizo borrar la forma plural dios de los monumentos y persiguió de manera implacable a los sacerdotes de Amón. Aunque ejerció una gran influencia en el arte y el pensamiento de su época, la religión solar de Ajnatón no consiguió sobrevivir y Egipto volvió a la antigua e intrincada religión politeísta después de la muerte de Ajnatón.

6 RITUAL FUNERARIO

Enterrar a los muertos era una cuestión religiosa en Egipto, y los rituales y el equipamiento funerarios egipcios llegaron a ser los más elaborados que el mundo haya conocido. Los egipcios creían que la fuerza vital estaba compuesta de varios elementos psíquicos, el más importante de los cuales era el ka. El ka, un doble del cuerpo, acompañaba a éste durante toda la vida y, después de la muerte, se separaba del cuerpo para ocupar su lugar en el reino de los muertos. El ka, sin embargo, no podía existir sin el cuerpo; por lo tanto debían hacerse los esfuerzos necesarios para preservar el cadáver. Los cuerpos eran embalsamados y momificados de acuerdo con un método tradicional supuestamente iniciado por Isis, quien momificó a su marido Osiris. Además, encima de la tumba se colocaban las réplicas de madera o de piedra del cuerpo para que sirvieran de sustitutos en caso de que la momia fuese destruida. Cuanto mayor fuera el número de dobles escultóricos, mayores eran las oportunidades de que la persona muerta resucitara. Como última medida, se erigían tumbas sumamente complicadas para proteger el cadáver y su equipo.

Al abandonar la tumba, las almas de los muertos eran supuestamente acosadas por innumerables peligros, por consiguiente, a los cadáveres se los enterraba con una copia del Libro de los muertos. Parte de este libro, una guía por el mundo de los muertos, consiste en encantamientos ideados para superar estos peligros. Cuando se llegaba al reino de los muertos, el ka era juzgado por Osiris, el rey de los muertos, y asistido por 42 demonios. El Libro de los muertos también contiene instrucciones sobre la conducta apropiada ante estos jueces. Si los jueces decidían que el difunto había sido un pecador, el ka era condenado a pasar hambre y sed o a ser despedazado por terribles verdugos. Si la decisión era favorable, el ka iba al reino celestial de los campos de Yaru, donde los cereales crecían dos veces más que la altura de un hombre y la existencia era una versión glorificada de la vida en la tierra. Todas las necesidades que el alma pudiera tener en esta existencia paradisíaca, desde muebles hasta material de lectura, había que colocarlas en las tumbas. Como pago por la vida después de la muerte y por su benevolente protección, Osiris requería que los muertos realizaran tareas para él, tales como trabajar en los campos de cereales. Podían eximirse de este deber, si en las tumbas se habían depositado unas estatuillas denominadas ushabtis, ya que estas, en el reino de los muertos, se transformaban en sustitutos de los muertos.

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Momificación


La momificación y la religión

Los antiguos egipcios pensaban que toda persona estaba compuesta por varias partes y en el momento de la muerte era que ellas se separaban. Estas partes son en primer lugar el cuerpo físico, la segunda de estas es el Ka que es justamente el doble espiritual de la persona y la última es la personalidad del difunto a la cual se le llamaba Ba. Cuando el cuerpo moría estas tres partes se separaban pero el Ka y el Ba seguían dependiendo del cuerpo. Cuando el Ka y el Ba reconocían a la momia del difunto, se volvían a unir y se manifestaba el Akh, el ser de vida eterna.

La conservación del cuerpo del difunto era indispensable para que el Akh pudiese existir y si el Ba y Ka no encontraban al cuerpo del muerto en buen estado para poder reconocerlo y unirse, simplemente la vida eterna no era posible y el difunto no pasaría al otro mundo.

Para conservar los cuerpos en buen estado, utilizaron un procedimiento llamado momificación, que demandaba aproximadamente 70 días, y que había sido aprendido por la observación de los primeros entierros, realizado bajo las arenas del desierto, que habían consumido la humedad del cuerpo y evitado su putrefacción.

Consistía en extraer las partes corruptibles del cuerpo que se colocaban en jarras cerradas herméticamente. Luego se cubría el cuerpo con natrón, un polvo blanco semejante a la sal, que permitía su secado. Se lo untaba con aceites perfumados, cubriéndolo luego con resina líquida. Así se lo dejaba durante 40 días. Posteriormente se lo envolvía con lino, de manera apretada, pudiéndose utilizar hasta 375 m2 de lino por momia. Cada vuelta del vendaje iba acompañada de una palabra mágica.

La momia era colocada en un sarcófago, caja que primero se hacía con arcilla o juncos entretejidos, y luego con madera, que tenía la forma de la momia que contenía y sobre el cuál se pintaba un retrato de la persona muerta. Contenía también ciertas indicaciones sobre la jerarquía o calidad que había tenido la persona en vida. Por ejemplo, las sacerdotisas tenían su sarcófago identificado con tiras rojas. Además la tapa del sarcófago estaba decorada con símbolos de las divinidades.

El uso del sarcófago se justificaba ya que la idea de ser enterrados en la arena espantaba a los egipcios. Esta modalidad permitía que el difunto estuviera protegido del mundo exterior, pero siguiera en contacto con él, a través de los ojos o de los oídos dibujados en el exterior de la caja.

Generalmente iban encajados uno dentro de otro, llevando en su interior decoraciones de figuras pintadas con colores brillantes y exteriormente escrituras jeroglíficas que podrían ayudar al muerto a llegar a la otra vida.

Junto al cadáver se colocaba un ejemplar en papiro del “Libro de los Muertos”, con los preceptos y conjuros enigmáticos que había enseñado Isis, que permitían al difunto conjurar su posible condenación.

El entierro era costoso, habiendo según Heródoto tres tarifas en cuanto al embalsamamiento, siendo la última de caridad, pagándose lo que se podía.

La vida espiritual eterna, se basaba en tres principios abstractos:

El Akh, era la fuerza divina, que primero la tuvieron sólo los dioses, luego también el faraón y posteriormente todos los mortales y que significaba la unión de los otros dos principios, necesario para lograr la vida eterna.

El segundo principio era el Ba, representativo del alma y el tercer principio, el Ka que simbolizaba el conjunto de cualidades divinas que hacían posible la vida eterna.

Los animales en muchas ocasiones, también se momificaban, adquiriendo luego del proceso formas extrañas.



Otro de los iconos entre la momificación y la religión, fue el dios antropomorfo Anubis. Este se representaba la mayoría de las veces Esta creencia seguramente derivó del mito de Osiris. El mismo dice que al principio de los tiempos, Osiris e Isis eran los reyes de Egipto. Seth al ver que su hermano Osiris era el faraón sintió envidia. Entonces conspiró para darle muerte a su hermano. Para ello diseñó una caja en la que Osiris cupiera y en un banquete instó a su hermano a que probase si cabía. Si entraba perfectamente en la caja esta le pertenecería. Engañado, Osiris se metió en la caja y esta fue sellada con plomo y Osiris murió.

La caja fue lanzada al Nilo y mucho tiempo después fue encontrada por su esposa Isis en una de sus incansables búsquedas. Ella constató que su esposo muerto continuaba allí dentro. Seth encontró la caja cuando Isis dormía y aprovechó en despedazarlo.
Sus partes fueron regadas por Egipto e Isis y Neftis -su hermana y también esposa de Osiris- nuevamente emprendieron la búsqueda del cuerpo de su esposo. En cada lugar donde encontraban algún pedazo de Osiris erigían un templo. Una vez que todas sus partes fueron encontradas debían ser juntadas. Para ello, todos sus pedazos fueron unidos con lino y de esa forma el cuerpo de Osiris quedó momificado.

Para revivir a Osiris, su esposa Isis, la diosa de la vida y de la magia, practicó junto a Anubis algunos rituales que le devolvieron la vida al faraón muerto. De esa forma, Osiris fue animado y convertido en el señor del mundo del más allá y dios de los muertos. Sin embargo, no fue el cuerpo de Osiris el que volvió a la vida sino que a través del proceso de momificación, el Ka y el Ba se encontraron y el Akh fue creado.
como un hombre con cabeza de chacal. Otras veces se le representaba únicamente como un chacal.


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Mito de Osiris

La Leyenda de Osiris

La historia de Osiris es uno de los más antiguos mitos egipcios, cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Era uno de los dioses más importantes de la mitología egipcia, pues Osiris fue el Rey de Egipto que en su resurrección representó el “Rey de la Muerte”. A él, todos los egipcios esperaban reunirse después de su muerte.

Cuenta le leyenda que Nut (Diosa del Cielo), hija del Dios Ra, el Dios Sol, se enamoró perdidamente del dios Geb (Dios de la Tierra). Cuando Ra se enteró de esta relación, en medio de su furia, prohibió a Nut que en el término de un año de 360 días, tuviera hijos. Nut llamó a su amigo Thoth, para solicitarle ayuda. El deseo de Ra debía cumplirse, pero Thoth tuvo una idea: se casó con la diosa de la Luna, Selene. La luz de Selene fue rival de la luz de Ra. Thoth se sintió triunfante y fue recompensado con la séptima luz de Selene. Esa es la razón por la cual la luna desaparece todos los meses. Thoth tomó su luz y agregó cinco días más al año calendario, haciendo que el año tuviera 365 días. Así, Nut tuvo cinco días para concebir, sin desobedecer la orden de Ra.

Nut tuvo así dos hijos y dos hijas: parió a Osiris (Rey de los muertos y de las fuentes de vida renovadas); a Seth, a Isis (Diosa de la Fertilidad y la Maternidad), y a Neftis.

Cuando Osiris nació, una voz exclamó: “El Rey de todos ha nacido”.

Osiris creció y se convirtió en un gran rey, colaboró con su pueblo, los adiestró en los trabajos agrícolas y en la crianza de los animales, los guió para realizar los códigos de las Leyes, y les enseñó a orar a sus dioses.

Osiris realizó un gran reinado, convirtió a Egipto en una gran Nación. Y el pueblo comenzó a adorar la tierra en donde él pisaba.

Su esposa y hermana Isis siguió los pasos de su esposo en el reinado.

Osiris tenía un gran enemigo, su hermano Seth, envidioso y amargado, quien complotaba contra el rey Osiris.

Un día, Seth logró aliarse con Aso, la reina de Etiopía, y 72 conspiradores. Consiguió las medidas exactas de Osiris y construyó una caja muy bien ornamentada. Realizó un gran banquete al que invitó a Osiris y a los conspiradores. Realizó un convite para ver quién cabía perfectamente en dicha caja. Cuando llegó el turno a Osiris, al entrar cómodamente, le cerraron la caja, con clavos y la arrojaron al río Nilo. (Otras leyendas dicen que lo cortó en pequeños pedazos).

Desde ese día, no se lo volvió a ver al rey Osiris entre los vivos.

Isis hizo embalsamar el cuerpo de su esposo con la ayuda del dios Anubis, quien se convirtió así en el dios del embalsamamiento. Los ruegos y hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey de la tierra de los muertos.

Horus, hijo de Osiris (transitoriamente resucitado) e Isis, derrotó posteriormente al traidor Set en una gran batalla erigiéndose en el rey de la tierra.


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El Álbum de Auschwitz

El último tren a Auschwitz - Tráiler español

Auschwitz: La Selección

bomba atomica en hiroshima y nagasaki

La Bomba Atómica - Hiroshima y Nagasaki

Atenas - Introducción

Descripción de la Grecia antigua

Mitología Griega

PANTEÓN GRIEGO

Afrodita Diosa de la belleza y del deseo sexual
Apolo Dios de la profecía, la medicina y la arquería
Ares Dios de la guerra
Artemisa Diosa de la caza
Asclepio Dios de la medicina
Atenea Diosa de las artes y oficios, y de la guerra; auxiliadora de los héroes
Cronos Dios del cielo; soberano de los titanes
Démeter Diosa de los cereales
Dionisio Dios del vino y de la vegetación
Eros Dios del amor
Gaya Madre Tierra
Hefesto Dios del fuego; herrero de los dioses
Hera Diosa del matrimonio y de la fertilidad; protectora d las mujeres casadas; reina de los dioses
Hermes Mensajero de los dioses; protector de los viajeros, ladrones y mercaderes
Hestia Guardiana del hogar
Hipnos Dios del sueño
Hades Dios de los mundos subterráneos; señor de los muertos
Poseidón Dios de los mares y de los terremotos
Rea Esposa de Cronos; diosa madre
Urano Dios de los cielos; padre de los titanes
Zeus Soberano de los dioses olímpicos


FUENTE: ENCARTA 2006