agosto 20, 2008

INDEPENDENCIA DE AMERICA LATINA


Fue un proceso político y militar que tuvo lugar entre 1808 y 1826, y que se desarrolló en casi todos los territorios americanos gobernados por España. Se ponía así fin al dominio que los reyes españoles habían tenido sobre gran parte del continente americano desde el siglo XVI. A partir 1826, solo quedaron bajo la soberanía española las islas de Cuba y Puerto Rico.
Causas internas: La sociedad latinoamericana había llegado a un punto de gran descontento como consecuencia de la colonización española. Por factores como la corrupción administrativa, el trato dado a los indígenas, la expulsión de los jesuitas en 1767, la desigualdad entre criollos y españoles o el establecimiento de un régimen de monopolios. En esta situación, las ideas liberales y revolucionarias se difundían en las universidades, las academias literarias y las sociedades económicas y patrióticas.
Causas externas: La Ilustración hizo aparecer la idea de libertad, mientras que la Declaración de Independencia estadounidense (1776) y la Revolución Francesa (1789-1799) sirvieron de modelos para la lucha independentista.
Todas estas circunstancias coincidieron con un momento histórico que permitiría el inicio del proceso independentista: En 1808, los reyes españoles Carlos IV y Fernando VII abdicaron ante el emperador francés Napoleón I Bonaparte, cuyas tropas invadieron la península Ibérica. Comenzaba así la guerra de la Independencia española (1808-1814). Como consecuencia de estos hechos, y ante el vacío de poder, en las colonias españolas de América aparecieron las primeras juntas de gobierno. Cuando Fernando VII volvió al trono, en 1814, la guerra entre las colonias y España ya era inevitable.
PRIMERA FASE DEL PROCESO INDEPENDENTISTA (1808-1814):
Virreinato del Río de la Plata: El principal protagonista de la independencia en la Banda Oriental (Uruguay) de los territorios rioplatenses fue José Gervasio Artigas. En Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, se creó una Junta que envió a José Rondeau a la Banda Oriental y a Manuel Belgrano a Paraguay, para evitar la independencia propia de estos territorios. Un año más tarde, se proclamó la independencia de Paraguay, que se alejó de la emancipación del antiguo virreinato del Río de la Plata. La victoria de José de San Martín en la batalla de San Lorenzo (3 de febrero de 1813) y las de Belgrano en Tucumán (septiembre de 1812) y Salta (febrero de 1813) consolidaron la independencia.
Alto Perú y Ecuador: El Alto Perú, que pertenecía al virreinato de la Plata, protagonizó los primeros movimientos de carácter independentista. La primera Junta que rompió abiertamente con las autoridades españolas fue la de Chuquisaca (actual Sucre, en Bolivia), cuando el 25 de mayo de 1809 el triunvirato (junta compuesta por tres miembros) de Bernardo de Monteagudo, Jaime de Zudáñez, y Lemoine apresó al presidente de la audiencia, García Pizarro. El 11 de octubre de 1810, se proclamó la independencia de Ecuador, pero en 1812, el virrey del Perú, José Fernando Abascal y Sousa, volvió a controlar toda la región, incluido el Alto Perú.
Virreinato de Nueva Granada: La figura de Simón Bolívar protagonizó el proceso independentista de Venezuela. En Caracas, se constituyó una Junta el 19 de abril de 1810, que proclamó la independencia del país el 5 de julio de 1811 y declaró establecida una república federal. Pero los enfrentamientos entre los dos principales dirigentes de la independencia, Bolívar y Francisco de Miranda, hicieron que en 1812 los realistas restablecieran el dominio español en Venezuela. Sin embargo, la Junta independentista de Santafé de Bogotá derrocó al virrey de Nueva Granada, Antonio Amar y Borbón, el 20 de julio de 1810. Así se establecieron las Provincias Unidas de Nueva Granada.
Chile: El 16 de julio de 1810, comenzó el proceso de la independencia chilena. En julio de 1811, José Miguel Carrera Verdugo logró el poder apoyado por Bernardo O’Higgins: se establecía la dictadura de Carrera y la independencia encubierta de Chile.
Virreinato de Nueva España: Aquí, los inicios de la independencia tuvieron un marcado carácter popular y revolucionario. Aunque la primera conspiración fracasó en 1809, el levantamiento del sacerdote Miguel Hidalgo en la ciudad mexicana de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, se considera el verdadero inicio de la emancipación mexicana. No obstante, en 1811 Hidalgo fue derrotado y ejecutado por los realistas. En el sur, los insurgentes estuvieron dirigidos por el también sacerdote José María Morelos. Proclamaron la independencia de México y, en octubre de 1814, redactaron la primera Constitución. Pero Morelos fue ejecutado por las tropas españolas, en 1815.
SEGUNDA FASE (1814-1826)
La reacción española motivó la fase bélica que culminó con la consolidación de los estados sudamericanos.
La reacción española (1814-1816): En Nueva Granada, los realistas retomaron la iniciativa a finales de 1814, y Bolívar tuvo que escapar de allí rumbo al Caribe.
En Perú, los realistas controlaron la mayor parte del territorio gracias a las victorias de Joaquín de la Pezuela en Vilcapugio y Ayohuma (1813).
En Chile, la falta de entendimiento entre Carrera y O’Higgins condujo a la victoria realista de Rancagua (1814).
En 1816, la causa independentista solo parecía victoriosa en el territorio que habría de conformar Argentina, donde el Congreso de Tucumán proclamó la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 9 de julio de ese mismo año.
Las grandes expediciones (1817-1822): A partir de 1817, la guerra se generalizó en todas las regiones de Sudamérica.
La victoria de José Antonio Páez en Las Queseras del Medio (abril de 1819) permitió a Bolívar cruzar los Andes, triunfar en la batalla de Boyacá (7 de agosto de 1819) y entrar en Santafé de Bogotá. En diciembre de ese año, se constituyó la República de la Gran Colombia, y Bolívar fue designado presidente. Tras su victoria en la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821), Bolívar consolidó la independencia de Venezuela. En mayo de 1822, Antonio José de Sucre venció en Pichincha. Bolívar entró en Quito en el mes de junio (liberada para los independentistas por Sucre) y se dirigió a Guayaquil.
En el sur, el general San Martín creó en Mendoza el Ejército de los Andes, cruzó esta cordillera y derrotó a los españoles en la batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817), con la ayuda de Bernardo O’Higgins. La victoria patriota en la batalla de Maipú (5 de abril de 1818) aseguró la independencia de Chile.
Ayudado por la flota del almirante británico Thomas Alexander Cochrane, San Martín inició la campaña de Perú. Logró ocupar Lima, el 9 de julio de 1821, y proclamó la independencia del país el 28 de julio siguiente. Nombrado ‘protector’ de Perú, convocó un Congreso Constituyente en 1822 y se dirigió a Guayaquil para entrevistarse con Bolívar.
Las campañas finales (1822-1824): En la famosa entrevista de Guayaquil (26 de julio de 1822), Bolívar y San Martín acordaron que aquel se ocupara de los asuntos de Perú y que San Martín se retirara de la escena política. Los realistas mandados por Jerónimo Valdés recuperaron Lima en junio de 1823, lo que hizo necesaria la intervención de Sucre y del propio Bolívar, que en febrero de 1824 asumió la dictadura. Las victorias de Sucre sobre el realista José Canterac en Junín (6 de agosto de 1824) y sobre Valdés y el virrey José de la Serna e Hinojosa en Ayacucho (9 de diciembre de 1824) resultaron decisivas. La ocupación, en enero de 1826, del puerto peruano del Callao, último reducto del dominio español en el continente americano, puso fin a la guerra y aseguró definitivamente la independencia de la mayoría de las colonias hispanas en América.
PERSONAJES DESTACADOS
FERNANDO VII
Fernando VII era hijo de los reyes españoles Carlos IV y María Luisa de Parma. Nació el 14 de octubre de 1784, en El Escorial (Madrid). Durante el reinado de su padre, dirigió un partido cortesano que se oponía al primer ministro Manuel Godoy. Los partidarios de Fernando aprovecharon el descontento popular provocado por la entrada de tropas francesas en España y, tras una revuelta, el motín de Aranjuez (marzo de 1808), consiguieron que Godoy fuera destituido y que Carlos IV abdicara en Fernando VII.
Toda la familia real, incluido Fernando VII, fue convocada a la ciudad de Bayona por Napoleón I Bonaparte. Éste obligó a Fernando a renunciar a la corona española en su favor. Luego, Napoleón nombró rey de España a su hermano José, que reinaría hasta 1813 con el nombre de José I.
En mayo de 1808, se produjo la invasión francesa y estalló la guerra de la Independencia española. Muchos españoles, considerando que su rey estaba secuestrado por Napoleón, no aceptaron la situación, se rebelaron y crearon una Junta Central para gobernar el país en nombre de Fernando VII. Ese órgano coordinó la lucha contra los invasores y también convocó unas Cortes que se reunieron en Cádiz a partir de 1810. Las Cortes de Cádiz declararon “único y legítimo rey de la nación española a don Fernando VII”. Por eso, Fernando VII fue llamado el Deseado.
Una de las primeras victorias españolas en la guerra se produjo en la batalla de Bailén (19 de julio de 1808). A continuación, Napoleón fue personalmente a España al frente de un Ejército de 150.000 hombres. Para luchar contra él, los españoles utilizaron una nueva táctica, la guerra de guerrillas, que impidió a los franceses tomar sus dos principales objetivos: Cádiz y Lisboa (la capital de Portugal). Entre 1811 y 1812, la guerra entró en una fase de desgaste; los guerrilleros españoles ya no tuvieron que luchar solos, ya que contaron con el apoyo de Inglaterra, enemiga de Francia. Debes conocer el nombre de un famoso general inglés, cuya participación en la guerra fue decisiva: Arthur Colley Wellesley, que luego recibiría el título de duque de Wellington. Este militar estuvo al frente de las fuerzas españolas, inglesas y portuguesas que derrotaron a las tropas francesas en la batalla de Arapiles (junio-julio de 1812). Tras este combate, José I tuvo que abandonar Madrid y trasladar su corte a Valencia. Andalucía quedaba liberada. Las reuniones de las Cortes de Cádiz dieron como resultado la redacción y aprobación de la primera Constitución de la historia de España: la Constitución de 1812.
Entre 1813 y 1814, se desarrolló la última fase de la guerra. Tras ser derrotados en Vitoria (junio de 1813) y San Marcial (septiembre de 1813), los franceses fueron expulsados de la península Ibérica en marzo de 1814.
El Trienio Liberal (1820-1823): Fernando VII ya había sido liberado por Napoleón antes de que acabara la guerra, concretamente, tras la firma del Tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813). Cruzó la frontera el 24 de marzo de 1814 y, nuevamente como rey de España, asumió el gobierno del reino. No tardó en volver a actuar siguiendo los principios del absolutismo político (contrario al liberalismo) y prohibió la Constitución de Cádiz.
Por eso, en 1820, el teniente coronel Rafael del Riego se rebeló y obligó a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz. Este periodo, en el que los liberales llegaron al gobierno y la Constitución de 1812 volvió a estar en vigor, duró solo tres años. En el Congreso de Verona (1822), los principales soberanos absolutistas de Europa (que estaban juntos en la llamada Santa Alianza) decidieron ayudar a Fernando VII para que recuperara todo su poder. El 7 de abril de 1823, tropas francesas (que pasaron a la historia como los Cien Mil Hijos de San Luis) entraron en España y restauraron el absolutismo.
La Década Ominosa (1823-1833): Los historiadores llamaron Década Ominosa a los últimos diez años de reinado de Fernando VII porque estos se caracterizaron por el extremado absolutismo del monarca, que prohibió, otra vez, la Constitución. Fue también en este periodo cuando España perdió la mayor parte de sus colonias americanas, que consiguieron la independencia.
En 1829, Fernando VII se casó por cuarta vez. Su nueva esposa, María Cristina de Borbón, dio a luz, al año siguiente, a la princesa Isabel. Esta niña se convirtió en reina de España (con el nombre de Isabel II) cuando Fernando VII falleció, en Madrid, el 29 de septiembre de 1833.
NAPOLEÓN I BONAPARTE
Nació el 15 de agosto de 1769, en Ajaccio (Córcega). Estudió en la Escuela Militar de París. Ya iniciada la Revolución Francesa, reconquistó la base naval de Tolón. Ascendió a general a los veinticuatro años, y en 1795 logró restablecer el orden tras una insurrección de las fuerzas contrarrevolucionarias. Al año siguiente, contrajo matrimonio con Josefina de Beauharnais.
Ese mismo año, fue a Italia, donde obligó a Austria y sus aliados a firmar el Tratado de Campoformio, donde se estipulaba que Francia podía conservar los territorios que había conquistado. En ellos, Napoleón fundó, en 1797, la República Cisalpina (Venecia), la República Ligur (Génova) y la República Transalpina (Lombardía). En 1798, conquistó Egipto, pero un año después regresó a su país ante la delicada situación política.
Ya en Francia, Napoleón se unió a una conspiración que, en noviembre de 1799, dio un golpe de Estado y estableció un nuevo régimen político: el Consulado. En 1800, derrotó a los austriacos en la batalla de Marengo. Su poder político fue cada vez mayor: de primer cónsul pasó a cónsul vitalicio y, en 1804, se proclamó emperador.
Napoleón, Emperador De Los Franceses: Napoleón reorganizó la administración y ordenó e integró la legislación civil en el llamado Código de Napoleón y en otros que garantizaban los derechos y las libertades conquistados durante el periodo revolucionario.
Aunque Gran Bretaña, Rusia y Austria se unieron en 1805 en la Tercera Coalición (ya se habían formado otras antes contra Francia en los primeros años de las Guerras Napoleónicas), Napoleón parecía invencible: derrotó a sus enemigos en la batalla de Austerlitz (1805); conquistó el reino de Nápoles (1806) y nombró rey de éste a su hermano mayor, José; se tituló rey de Italia; fundó el reino de Holanda, al frente del cual situó a su hermano Luis; incorporó al Imperio el reino de Westfalia y el ducado de Varsovia; impuso un bloqueo sobre las mercancías británicas; conquistó Portugal (1807), e invadió España y nombró rey de este país a su hermano José (1808), lo que originó la guerra de la Independencia española.
Por todos los territorios conquistados extendía las reformas liberales. En 1809, creó las Provincias Ilirias (en la zona que un siglo más tarde sería Yugoslavia) y conquistó los Estados Pontificios. En 1810, tras repudiar (rechazar) a Josefina, contrajo matrimonio con María Luisa, archiduquesa de Austria e hija del emperador austriaco, Francisco I.
En 1812, las tropas napoleónicas fracasaron en su campaña contra Rusia. Toda Europa se había unido contra el temible Napoleón, que, en 1814, vio de nuevo derrotados a sus ejércitos, esta vez en España. En ese mismo año abdicó y se retiró a la isla de Elba. Pero en marzo de 1815, de nuevo como emperador, afrontó un último periodo de poder (llamado de los Cien Días), durante el cual promulgó una nueva Constitución, más democrática. Todo concluyó al ser derrotado en la batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815. Fue recluido en Santa Elena, una lejana isla en el sur del océano Atlántico, donde falleció, el 5 de mayo de 1821.
JOSÉ DE SAN MARTÍN
En 1778, en Yapeyú (una localidad que hoy pertenece a la provincia argentina de Corrientes), nació un niño que llegaría a ser uno de los principales líderes militares de la independencia de Sudamérica. Recibió el nombre de José de San Martín, y sus padres, Gregoria Matorras y Juan de San Martín (que era teniente de gobernador de Corrientes), no podían imaginar que ese bebé, muchos años después, sería conocido como ‘el Libertador’.
Soldado Español: La familia San Martín marchó a Buenos Aires cuando el pequeño José tenía tres años. En 1784, tuvieron que trasladarse a España, donde fue destinado el padre. Allí, José de San Martín comenzó su carrera militar. Fue soldado en las guerras que España mantuvo contra Francia (1793-1795) y Portugal (1801). También luchó, siendo condecorado por su valentía, en la batalla de Bailén (1808), una de las más importantes de la guerra de la Independencia española, cuando España fue invadida por las tropas francesas de Napoleón Bonaparte. En 1808, San Martín era ya capitán mayor.
Aparece El Libertador: Regresó a suelo argentino en 1812, y el Triunvirato que gobernaba entonces Buenos Aires le encargó la formación de un escuadrón, que luego fue el célebre Regimiento de Granaderos a Caballo. Dos años antes, en 1810, los territorios del virreinato del Río de la Plata habían comenzado a luchar para conseguir su independencia de España. San Martín se unió a los independentistas y derrotó a las tropas realistas (españolas) en la batalla de San Lorenzo (1813). Pronto fue nombrado comandante del Ejército del norte y gobernador de Cuyo.
En 1816, los independentistas se reunieron en el Congreso de Tucumán: declararon la independencia de los territorios del virreinato del Río de la Plata, que pasaron a ser las Provincias Unidas del Río de la Plata. Se creó, entonces, el Ejército de los Andes, también conocido como Ejército Libertador, con el propósito de conseguir que otras colonias españolas de América lograran también su independencia. San Martín fue nombrado su general en jefe.
Independencia De Chile: En enero de 1817, San Martín salió de Mendoza al frente del Ejército de los Andes. Su misión era difícil: cruzar la cordillera de los Andes y llegar a Chile. Pero los esperaba la victoria: un mes después, vencieron a los españoles en la batalla de Chacabuco y entraron en la ciudad de Santiago. San Martín dejó el gobierno a Bernardo O'Higgins, el principal patriota chileno y uno de los jefes del Ejército de los Andes.
Los españoles intentaron recuperar Chile, y en 1818 derrotaron a San Martín y O'Higgins en la batalla de Cancha Rayada. Pero en ese mismo año, San Martín venció a las tropas realistas en la batalla de Maipú. La independencia de Chile sería ya definitiva.
Independencia De Perú: San Martín comenzó la campaña para liberar Perú en 1820. En esta se repitieron sus triunfos: en julio de 1821 entró en Lima y proclamó la independencia del país. San Martín fue nombrado protector del Perú y convocó un Congreso Constituyente.
En 1822 se reunió con Simón Bolívar en un encuentro que es conocido como entrevista de Guayaquil. Los dos grandes protagonistas de la independencia de Sudamérica hablaron de la situación de las nuevas naciones que estaban surgiendo. Tras la entrevista de Guayaquil, regresó a Perú; reunió al Congreso de Lima, y presentó ante él su renuncia al poder, por lo que los asuntos de este país quedaron en manos de Bolívar. Después, embarcó rumbo a Chile.
En 1824, San Martín zarpó hacia Europa. Murió el 17 de agosto de 1850 en la ciudad francesa de Boulogne-sur-Mer. ¿Sabías que en 1878 se colocó la piedra fundamental en el mausoleo de la catedral de Buenos Aires, donde descansan sus restos?
BERNARDO O'HIGGINS RIQUELME
Nació el 20 de agosto de 1778, en Chillán. Era hijo del español Ambrosio O'Higgins y de la criolla Isabel Riquelme. Su padre fue gobernador y capitán general de Chile, y más tarde, virrey del Perú (1796-1801).
El joven Bernardo estudió en Lima y luego, en Europa (en Gran Bretaña y en España, concretamente, en la ciudad de Cádiz). Volvió a Chile en 1802, y dos años después se convirtió en alcalde de su ciudad natal. En 1811, al año siguiente de iniciarse el proceso de la independencia chilena, fue elegido diputado del primer Congreso Nacional y miembro de la Junta de Gobierno.
Bernardo O'higgins, Libertador Y Jefe De Estado: En 1813, recibió el mando del Ejército patriota. Aunque en mayo de 1814 firmó con el español Gabino Gaínza el Tratado de Lircay, los realistas enviaron a Mariano Osorio para lograr el completo sometimiento de Chile al dominio hispano. La batalla de Rancagua (octubre de 1814) supuso la victoria de las tropas españolas: acababa el periodo de la emancipación chilena, denominado Patria Vieja, y comenzaba el de Reconquista española.
O'Higgins huyó con la mayoría de sus seguidores a Mendoza. Allí, se unió al general argentino José de San Martín en la formación del Ejército de los Andes. En 1817, aquellas tropas cruzaron la cordillera andina y se enfrentaron a los españoles en la decisiva batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817). Dos días después de su gran victoria, San Martín y O'Higgins entraron en Santiago: comenzaba el periodo de la Patria Nueva chilena. El 16 de febrero de 1817, O’Higgins fue aclamado director supremo provisional de Chile.
En 1818, las tropas españolas vencieron en la batalla de Cancha Rayada a las de San Martín y O’Higgins. Pero ese mismo año, ambos derrotaron a los realistas en Maipú.
Durante el periodo en que O'Higgins fue director supremo (desde 1817 hasta 1823), se promulgaron las dos primeras constituciones chilenas: las de 1818 y 1822. El 28 de enero de 1823, tras haber perdido el apoyo de la aristocracia y de la Iglesia, renunció al cargo.
Pocos meses después, marchó a la ciudad peruana de Lima, donde falleció el 24 de octubre de 1842.

No hay comentarios: